¿Qué imagen te viene a la mente si hablamos de Moulin Rouge? ¿O si te decimos Picadilly Circus? ¿Y qué hay de Times Square? Seguro que entre todas las imágenes que recuerdas, hay alguna en la que aparecen letras y carteles luminosos. Y es que, aunque parezca increíble las letras también forman parte de nuestros recuerdos.

Hoy queremos hacer un pequeño homenaje desde nuestro blog a un clásico de la rotulación que nos sigue acompañando en nuestros días. Son las conocidas como letras corpóreas. Repasamos por el tiempo y el espacio la historia de los rótulos y letras corpóreas.

Un poco de historia

¿Cuándo nace la rotulación? Se podría afirmar que ya desde la época de la Prehistoria los humanos utilizaban formas gráficas como comunicación. Sin embargo, los expertos apuntan a señalar a la Edad Media como la época en la que comienza a aparecer la rotulación como tal. Estos primeros rótulos de la época iban acompañados de imágenes para facilitar su compresión.

Las letras corpóreas rotuladas, tal y como las conocemos hoy, son el resultado de la evolución de los primeros rótulos pintados a mano que durante finales del siglo XIX comenzaron a llenar las calles de las principales ciudades europeas como París y Londres.

Este tipo de rótulos manuales decoraban las fachadas de los comercios con el fin de lograr que el establecimiento fuera lo más vistoso y lo más llamativo posible. En ocasiones, se jugaba con una combinación de colores atractivos para destacar el comercio y sus rótulos.

Fueron estas letras rotuladas a mano las que dieron paso a las letras corpóreas y a los rótulos luminosos que empezaron a llenar en la década de los años 50 y 60 teatros, cabarets, edificios famosos, bares y comercios, entre otros. Algunos de ellos, se recuerdan como iconos clásicos de la época.

Dentro de la historia de la rotulación no podemos dejar nombrar a Georges Claude, fue quien inventó la lámpara de neón en el año 1902. Aunque los descubridores del neón fueran dos químicos británicos, es cierto que fue Georges Claude quién creó la lámpara de neón tal y como la conocemos hoy.

Desde su creación, esta iluminación tuvo un uso predominante en la publicidad de la época, lo que supuso una gran revolución en el mundo de la rotulación. Llenó las calles de las ciudades con un soporte de publicidad exterior novedoso que ha logrado permanecer hasta nuestros días.

Desde la aparición de las letras corpóreas o letras corporativas su uso ha ido creciendo. Hoy en día, el sector ha evolucionado con nuevos materiales y accesorios que mejoran aún más el resultado de estas letras. Un ejemplo de ello es el diseño de algunas de estas letras con luces de led lo que supone un ahorro energético considerable y ofrecen un resultado inmejorable para un rótulo luminoso.

Un viaje por alguno de los rótulos más famosos

Quizá una de las letras corpóreas luminosas conocidas por todos son las letras del cabaret más famoso de París: el Moulin Rouge. Desde que se abrió en 1989 este lugar es casi una visita obligada para los turistas que visitan la ciudad del amor.
Dos son los elementos clave en la fachada de este parisino cabaret: el molino y las letras luminosas que anuncian Moulin Rouge. Ambos iconos han contribuido a la imagen del establecimiento y a ser recordadas por todos.

La plaza londinense de Picadilly Circus es otro de los lugares en los que abundan los rótulos luminosos publicitarios en las fachadas de los edificios. De hecho, se dice que esta plaza es una de las imágenes más reconocidas de Londres junto con el Big Ben.

En España, también encontramos ejemplos de rótulos famosos. Las letras luminosas de los cines Capitol de Madrid son parte de la historia de la rotulación en nuestro país. Han pasado a formar parte de los iconos más representativos de la Gran Vía Madrileña con sus luces de neón en azul y rosa.

El edificio Metrópolis de Madrid está coronado con un rótulo en su cúpula con el nombre del edificio y es también una de las imágenes más conocidas de la ciudad. ¿Y qué hay del famoso cartel del Tío Pepe en la puerta del sol de Madrid? Este es uno de los más emblemáticos de la capital. Este rótulo luminoso corona uno de los edificios en la plaza más conocida de España y ha pasado a ser un icono en la emblemática plaza.

Como veis, las letras corpóreas y los rótulos luminosos se quedan en nuestra memoria como un recuerdo imborrable tras visitar una ciudad concreta. Forman parte de las imágenes urbanas como lo hacen los edificios, los parques o el mobiliario urbano.

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